Por desgracia en esto de prepararse el E.I.R, hay días en los que piensas que vas a ser el/la número 1 y otros en los que dices, ¿quién me habrá mandado a mí meterme en esto? En otros apartados de la web te hemos dicho que el E.I.R es sufrir una montaña de emociones, sentimientos y renuncias. Porque, igual que el tiempo atmosférico no es igual todos los días, tu estado de ánimo tampoco lo es, es más existen estudios que relacionan el tiempo y el estado de ánimo.

Quizás os sorprenda que esto lo escriba en primera persona, pero me apetecía tanto; necesitaba agradeceros de alguna manera los emails y mensajes que me llegan y no he encontrado una forma mejor que escribir en primera persona y contaros como recuerdo Octubre y Noviembre.

La segunda vuelta, es agobiante sale la fecha del examen (que estresa; si, porque de repente es real, has pagado las tasas y tienes que ir al examen), los percentiles, las netas, los simulacros, la vida de un estudiante EIR es así.
Entiendo que habrá días en los que os sentéis a estudiar y no os concentréis, a todos nos ha pasado; te pones a mirar los post-it pegados en la pared, y algunos no recuerdas ni cuando los escribiste, y otros directamente dices “lo quito me lo sé” y pones otro diferente, pero no le tiras a la basura, te entra como un miedo… “y si se me olvida…” lo vuelves a pegar…

La competitividad está latente, patente, en la preparación del examen E.I.R y aunque todos somos compañeros de profesión el día del examen los demás son nuestros rivales.

La competitividad aumenta si te estás preparando en una academia presencial, siempre encontrarás a la compañera que conoce todas las respuestas, y la hemos visto crecer aún más en las redes sociales.

Vais a encontrar de todo en estos meses, personas EIRdañinas y personas EIRenriquecedoras, quedaros con las que os aporten, que seguramente las habrá.

Ignorar a las personas EIRdaniñas, es fácil, sobre todo en las redes sociales, así entre nosotros: ¡cuánto daño hace el “postureo”! tanto al que posturea como al que se deja afectar por él.

Haz deporte, mueve tu culo de la silla, todos los días: sal, despéjate, tu como enfermer@ sabes los riesgos de la vida sedentaria, nadie mejor que tú sabe que hay que moverse, además haciendo deporte estimularás tu mente segregando endorfinas y bajarás las Kcal que sumes cuando te den ataques de chocolate, pistachos etc… son todo beneficios.

Es erróneo el pensamiento de “tengo que estudiar y no tengo tiempo para nada más”, como mucho te lo permitimos el último mes, pero el resto de meses de preparación es una gran equivocación, ¿no ves que hay tiempo para todo?..

La vida se pasa en un pis-pas;  no te la puedes pasar en una habitación encerrad@, es muy importante que los momentos en que no seas capaz de concentrarte proveches y salgas, aunque sea te pones un chandall y das una vuelta a la manzana. Si ya ves que las horas no acompañan aprovecha y da un gran paseo, visita a tu familia o a tus amigos.