EXPERIENCIAS DE COMPAÑER@S QUE YA TIENEN SU PLAZA EIR


Testimonios residentesHemos contactado con tres residentes que nos contarán su experiencia, así podremos tener varios puntos de vista.

Compañera que empezó a prepararse el E.I.R en 4º de carrera:

“Mi experiencia en cuanto al E.I.R no creo que difiera mucho del resto.
Empecé a prepararme con una academia de mi ciudad, a la que iba una tarde a la semana.

No había terminado aún la carrera y empecé a estudiar el E.I.R en abril.

La verdad que compaginar fue más o menos sencillo, porque no tenía asignaturas de carga teórica en cuarto de carrera, sólo el TFG.

Como mis prácticas fueron en Atención Primaria tenía todas las tardes libres para familiarizarme con el temario, empezar a resumir y subrayar...
No trabajé en ningún momento (ni en verano, ni en invierno ni nada), pero sí que estuve julio entero haciendo prácticas extracurriculares.

En agosto le dedicaba sólo 3h al día, y ya a partir de septiembre me puse a estudiar 10 horas, normalmente de 9-14h y de 16-21h. Por regla general no me tomaba un día de descanso; sólo unas horas. Lo que hacía era dejar de estudiar el sábado a las 7 u 8 de la tarde para salir con mis amigos a cenar, y a la 1-1.30h volvía a mi casa para estudiar el domingo entero. Me sentía muy culpable si pasaba una mañana o una tarde entera sin estudiar.

Ya haciendo la residencia con lo que eso conlleva (sesiones, trabajos, Libro del Residente, congresos...), estoy al mismo tiempo con la E.O.I sin problemas, y con un máster online.

También hice el año pasado, de R1, un curso de investigación online al que le eché unas cuantas horitas. De momento voy muy bien y sólo me he visto agobiada un par de veces.

Espero que os haya servido mi experiencia. Ha sido un placer compartirla. ¡Saludos!”

Compañera que trabajó durante la preparación:

“En mi caso era la segunda vez que me presentaba. La primera vez que me presenté, no trabajé, solo me dediqué a estudiar el E.I.R, desde verano poco a poco y yendo a academia, empezando a tope en octubre estudiando 7-8 horas al día y realizando simulacros. Al no coger plaza; me tomé un mes de descanso, busqué trabajo y empecé a trabajar en una residencia de lunes a viernes de mañana, donde aún continúo.

Este año empecé a planificarme y a estudiar en verano, esta vez sin academia; solo con los apuntes y test del año anterior; organizándome, ha sido totalmente compatible con el trabajo y me atrevería a decir que quizás he sido capaz de aprovechar más el tiempo, sabiendo que no tenía tanto como el año anterior. Este año estudié más o menos 4 horas al día; además, trabajar, creo que te ayuda a controlar más los nervios y a desconectar un poco del estudio, que viene muy bien.

Todo es planificarse y creer que se puede; yo aprendí de los errores cometidos en el examen anterior y me dije a mí misma que este año no se me escapaba. Mucho ánimo a los futuros residentes.” 

 

Residente que no trabajó en ningún momento durante su preparación para el examen E.I.R:

“Era la segunda vez que me presentaba, la primera fue nada más acabar la carrera, pensé que había estudiado mucho, como nunca; pero no obtuve un buen resultado, por lo que decidí volverme a preparar de nuevo desde cero.

Me apunté de nuevo a una academia y en marzo comencé mi preparación, estuve trabajando durante poco tiempo en una residencia de ancianos, y me consto muchísimo compaginar estudio y trabajo, me vi incapaz; por esto decidí no descolgar el teléfono de las bolsas de empleo y dedicarme sólo y exclusivamente a estudiar, siempre con la confianza de que iba a sacar plaza, que así ha sido.

Fue muy duro, y una apuesta muy arriesgada,  yo estudiaba con el teléfono móvil delante y cuando lo encendía y veía los teléfonos de la bolsa, sobre todo en verano, fue bastante complicado psicológicamente hablando; ya que siempre te queda el “run run” de si te estás equivocando, ante la pregunta de si volvería a hacer lo mismo, creo que no, si descolgaría el teléfono, es demasiado arriesgado hacer lo que yo hice, aunque me haya salido bien, no todo el mundo puede permitirse este lujo.

Mi consejo es que trabajéis y compaginarlo lo mejor posible, que no os agobiéis, que todo temario atrasado se recupera, y que no os obsesionéis con la necesidad de saberse todo, ya que habrá millones de cosas que os estudiéis que no saldrán en el examen y muchas personas que se lo sacan compaginándolo con niños, casa y trabajo.”

 

Residente que trabajó días sueltos en centros de salud y en hospital:

“El EIR 2015/2016 era al quinto al que me presentaba, si bien es cierto, que desde que terminé la carrera no paré de trabajar y nunca había podido dedicarme en al menos un 50% a estudiar. Comencé  este año sabiendo que este debía ser mi año y así ha sido, por esto decidí dejar el trabajo en una Residencia de Ancianos que me ocupaba gran parte del día y únicamente trabajar realizando suplencias (anteriormente compaginaba el trabajo en la residencia a tiempo completo con las suplencias).

Lo malo de trabajar realizando suplencias es que hay semanas que las tienes completamente disponibles para estudiar, y semanas en las que tienes que saber organizarte para no ir dejando temario pendiente. Bajo mi punto de vista, trabajando días sueltos, los objetivos deben pasar de ser diarios a semanales; al principio me hacía horarios de estudio marcando que debía estudiarme cada día, obviamente había semanas que era imposible y me creaba mucha ansiedad, por lo que los objetivos pasaron a ser semanales y logrando tener todo al día.

Lo fundamental en mi preparación es el hecho de aprovechar cada día el tiempo que tuviera disponible; si estaba trabajando en Atención Primaria, un buen momento para realizar test, exámenes de oposiciones o exámenes EIR de otros años, era en huecos mayores de 20 minutos. Otro pilar fundamental de mi preparación es no renunciar a los ratos de ocio, gimnasio, familia…”

 

Residente que trabajó a jornada completa en una residencia de ancianos

“Esta era la cuarta vez que me lo preparaba, segunda estudiando “bien”, y la primera trabajando a tiempo completo. Además mi horario no ayudó mucho, porque hacía mañanas, tardes o jornadas de 12 horas.

Trabajando a tiempo completo, lo principal que hay que tener es organización, coger una rutina y seguirla. Dependiendo del turno en el que estuviese, estudiaba por la mañana o por la tarde, y si estaba de intensivo, después de 12 horas del desgaste físico y psicológico que supone este turno de trabajo, lo dedicaba a hacer esquemas, o desgloses de otros años.

Creo que es muy importante cuando se está trabajando y estudiando, que se dediquen horas suficientes al descanso (yo dormía siempre 7 horas), y aunque según lo leáis digáis, ¡esta chica está loca! dediquéis alguna hora al día al ocio, yo por ejemplo,  salía a correr, al gimnasio, iba al cine, a tomar unas cañas…

Al principio de la preparación, piensas, no, “cada minuto libre lo tengo que dedicar a estudiar”, pero es un error, después de trabajar, es muy difícil volver a centrar toda tu atención en un tema, y van a  ser horas perdidas en las que solo vas a pensar lo cansado que estás.

Si trabajáis y estudiáis, va a ser muy fácil que inevitablemente os comparéis con otros compañeros que no trabajan y pueden estudiar 10 horas al día, no lo hagáis, lo importante de las horas no es la cantidad, si no la calidad; yo cuando me ponía lo hacía “en serio”, me ponía metas pequeñas, a lo mejor un punto del tema, o un test y su corrección, pero me sentaba diciendo, esto te lo vas a aprender sin fallos si o si, y poco a poco lo iba haciendo.

Por último, no os agobiéis si tenéis algún tema atrasado, al final da tiempo, porque va a haber temas más fáciles, vacaciones, días libres… ¡y os podréis al día!

 Si decidís trabajar y estudiar: ¡ánimo!, no os voy a decir que sea fácil, sólo que es posible y que la recompensa al final, sabe mucho mejor.”

Compañera que trabajó a jornada completa a turnos:

“La verdad es que cuando me preparaba el E.I.R buscaba algún sitio en el que poder encontrar consejos, algunas pautas de estudio... ¡Lo que fuese! Y ahora que estoy al otro lado, es difícil escribir... Me he preparado el E.I.R durante dos años, uno en modalidad online y otro presencial. Los dos cursos tienen sus pros y sus contras, hay que mirar lo que mejor se adapte a lo que cada uno quiere.

En mi caso el primer año fue una cosa y en el segundo otra, ya que en éste me quería "obligar" a estudiar muchísimas más horas para conseguir mi objetivo.

Durante estos dos años he compaginado trabajo en el hospital y estudio. No es fácil pero "si más gente lo hace, yo también puedo" es lo que me decía (sobre todo los días de mayor bajón), y es lo que tenemos que tener presente.No hay un truco infalible, ni decir que estudiando X horas diarias se saca la plaza...

Mi planificación fue la siguiente:

  • Turno de mañana: por la tarde estudiaba normalmente de 16:30h a 20:30h.
  • Turno de tarde: la clave está en madrugar, estudiaba de 8:30h a 12:00h.
  • Turno de noche: intentaba estudiar algo por la tarde y me llevaba el temario, por si era una “noche buena” estudiar y avanzar.
  • Me tomaba libre los sábados por la tarde y los pasaba con la familia.
  • En verano cogí 10 días de vacaciones, en los que desconecté y cargué las pilas, como iba presencial a una academia, la semana que nos dieron libre la aproveché para recuperar ese tema.

En cuanto a esquemas y resúmenes no los hice, ya que me agobiaba pensando que me podía dejar algo importante, subrayaba el temario apuntando en un cuaderno los datos importantes así como las cosas que se me olvidaban, este cuaderno lo repasaba una vez por semana.

Mi consejo es que independientemente de las horas de estudio, que estas sean de calidad, que hagáis descansos, (yo no los hice en mi primer año) y confiar en vosotros mismos. El pensamiento tiene que ser “SE PUEDE, ESTE VA A SER MI AÑO”. Mucho ánimo en esta etapa y a por ello”.

 

Si eres residente y quieres contarnos tu experiencia de cómo te preparaste, escríbenos a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.